Haz un corte circular en la parte superior de cada castaña.
Pon las castañas en una cazuela y cubre de agua. Pon a hervir de 7 a 8 min. Escurre y pela cada una de las castañas.
Una vez peladas, vuelve a cocer las castañas en agua templada a lo largo de 5 min. La castaña está cocida una vez que se puede aplastar con facilidad.
Tritura las castañas con la batidora, robot o pasapurés hasta obtener un puré fino.
En una cazuela, pon el azúcar, ambos vasos de agua y la vaina de vainilla abierta para obtener un sirope espeso. Cuece a fuego intenso a lo largo de 3 min.
Incorpora el puré de castañas al sirope y mezcla poderosamente. Sigue cociendo a fuego lento a lo largo de 10-15 min removiendo. La crema de castañas se espesará y oscurecerá.
Para verificar el espesor de la crema de castañas, coge una cucharada de crema y vuélcala. Si la crema de castaña no se mueve, está lista.
Apaga el fuego y llena los botes de cristal con la crema de castañas. Cierra los botes velozmente y dales la vuelta. Déjalos boca debajo a lo largo de 24 horas para que realice el vacío.